Otro sueño cumplido, hemos vuelto de una ciudad única, diferente, increible, Bizancio, Constantinopla, la gran Estambul, a caballo de dos continentes, mezcla maravillosa de culturas y formas de vida, dicen que nunca defrauda y es cierto.
En septiembre de 2014 oferta de Iberia, 135 euros tarifa basica, Madrid-Estambul, ni me lo pensé era la oportunidad, un precio perfecto para una ciudad única de la que caben mil adjetivos, una ciudad imprescindible, una mezcla maravillosa de olores, colores y sabores
El hotel, elegi el Adamar por sitituacion, camas grandes y buenas vistas, 670 euros 7 noches cada habitacion doble con un estupendo desayuno bufet, situado en Yerbatan Cadesi 37, a unos metros de la entrada a la Cisterna Basilica, a 2 minutos de Santa Sofía. Un acierto, nos ha gustado mucho, los desayunos en la plata 6, el restaurante, bastante variado y con tortillas, huevos y crepes al momento, las habitaciones de tamaño normal con minibar y caja fuerte y el personal muy simpatico, las vistas de la terraza superior, insuperables
.Tras el tramite de pasaporte y visado recogemos maletas y salimos, vamos rapido a la oficina de correos, que dan buen cambio, pero esta cerrado y nos mandan arriba, subo pero está esperando el transfer asi que no quiero tardar y bajamos ya que no vemos la oficina a primera vista. El transfer al Adamar correcto, buena furgoneta de 7 plazas y 25 minutos sin tráfico desde el aeropuerto Attaturk al centro.
Una vez colocado el equipaje, a la calle, pero antes oigo desde nuestra habitación la llamada a la oración, me parece emocionante....
Para movernos compramos la tarjeta de transporte recargable Istambulkart, muy útil, cada trayecto cuesta 2,15 liras (sobre 0,75 €) y sirve para tranvía, bus, metro, funiculares, ferrys regulares y tren Marmaray.La recarga es junto a los torniquetes de entrada a los trsansportes y es muy fácil y cómodo, con una nos hemos movido los 4, los niños no pagan (no sé hasta que edad) y recargabamos cada vez unas 20 o 30 liras.
Vamos hasta Santa Sofía, ya iluminada y cogemos la calle del tranvía dirección Sirkeci para cenar en Esmer Chef, frente a la estación, un sitio donde ves como cocinan, es estupendo. Pedimos risotto, pizza, rollito y pollo al grill muy rico, bebidas y nos invitan a té. Todo 80 liras, mas o menos 28 euros.
Volvemos en taxi, día largo e intenso pero ya estamos aquí.
24 de marzo
Día soleado, tras el desayuno subimos a la terraza del hotel a ver las vistas de la ciudad. Increibles
Compramos la Museum Pass en las furgonetas que colocan frente a Santa Sofía, 85 liras que se amortizan con entrar a 3 sitios, Santa Sofía, Topkapi y Chora por ejemplo y evitan hacer colas en las taquillas, los niños no pagan y tampoco necesitan ticket gratuito, entran con los adultos sin Museum Pass
Entramos y Santa Sofía nos recibe con un andamio demasiado grande y toda la majestuosidad que dan los siglos, ni un horrible andamio puede con ella, es espectacular.
Ayasofya, como la llaman los turcos, fue construida durante el mandato de Justiniano, entre 532 y 537 y en 1453 fue tomada por los otomanos y convertida en mezquita, dotándola de 4 minaretes. En 1935 Ataturk transformó el templo en un museo.
Imprescindible subir a las galerías a ver los mosaicos
Y de Santa Sofía a la tambien impresionante Mezquita Azul, hay que entrar al patio y salir por el lado opuesto para acceder a la entrada de los turistas, hay bolsas para los zapatos y es necesario cubrirse el pelo las mujeres
Se construyó en el siglo XVII y es la más grande de Estambul, tambien llamada mezquita de Sultan Ahmet, ya que la mandó construir este sultan.
La mezquita azul nos parece un lugar mágico, como tantos otros en esta ciudad, una atmósfera que en cada mezquita se percibe de manera diferente, montones de mezquitas pero nunca la misma sensación.
La explanada ajardinada entre Santa Sofía y la Mezquita Azul es conocida como plaza de Sultanahmet y es una zona fantástica para pasear, saliendo de Santa Sofía a la izquierda están los baños de Roxelana, del siglo XVI, encargados por la esposa del sultán Solimán el Magnifico, se utilizaron hasta 1911.
Y aquí al lado el bazar Arasta, bonito y tranquilo, tiendas con estructura de madera al aire libre y el Museo de Mosaicos del gran palacio de los emperadores bizantinos de tematica helenística y cotidiana, válido con la Museum Pass.
Nos vamos caminando hasta cerca de Sirkeci, siguiendo el recorrido del tranvía 1, al restaurante Imbat, en la última planta del hotel Orient Expres, en esta zona hay muchos sitios para comer y hoteles, está muy bien situado, en medio de todo y bien comunicado. El restaurante está genial, las vistas estupendas, servicio estupendo, comida rica y bien presentada y un precio muy bueno. Un sitio muy muy recomendable. Pedimos sopa de lentejas, ensalada riquisima, plato de quesos, pollo al grill y pollo oriental, más bebidas, postres y cafés, 190 liras, unos 68 euros
Tras la comida nos vamos para Eminonú andando, a las 5 sale el mini crucero por el Bóforo, 12 liras cada adulto con la compañía Turyol, una de las publicas, un viajecito hasta el segundo puente del canal del Bósforo, que une el mar de Mármara con el Mar Negro, algo más de 30 km de costa, Europa a un lado, al otro Asia, villas, yalis, mezquitas y pueblitos al atardecer.
El barco para en Uskudar, pasa por Ortakoy, que bonita la mezquita desde el Bósforo :hrt: y sigue hasta el segundo puente, paso gran parte del tiempo en cubierta, pese al fresquito, el barco tiene dos plantas y abajo hay bar, venden como un pan de angel relleno muy rico.
El regreso ya atardecido hacia Eminonú de nuevo, viendo la parte asiática, y al llegar nos recibe la llamada a la oración, realmente mágico.
Estambul luce espléndida, el puente Galata lleno de restaurantes, cogemos el tranvía para regresar al hotel y prepararnos para salir a cenar, vamos a Enjoyer, estupendo, en la callecita de restaurantes junto a Divan Yolu, Antonio atiende super bien con un castellano increible, pedimos sopa, calamares, pollo a la miel, plato de pasta, 2 de burek, bebidas y dos postres 170 liras.
Miercoles 25 de marzo
Amanece otro día soleado, hay que aprovecharlos en una ciudad de clima bastante cambiante, hoy recorreremos la Estambul de los palacios y los barrios más humildes, de las colas en Topkapi a las mezquitas escondidas, de la comida de los sultanes al té del sencillo bar de la Pequeña Sofía, del sol de la mañana y el cielo azul sobre Santa Irene al cielo gris sobre las columnas del Hipodromo. Pero primero coger fuerzas, que ricas las tulipas para poner siropes y mermeladas, o chocolate!
Subimos por Kaferiye Sokak hasta Sogukcesme, la empedrada trasera de Santa Sofía, con sus yalis y su ambiente tranquilo de gente que se dirige al palacio.
Santa Irene, iglesia bizantina del siglo VI.
Recomiendo absolutamente ir temprano al palacio Topkapi, es maravilloso y se tarda en ver, además hay colas para entrar a ciertas zonas, el tema entradas se resuelve con la Museum Pass pero aun asi dentro hay mas colas y ademas habia varios colegios haciendo visitas.
El Palacio Topkapi es el mejor reflejo de la época imperial y simboliza el poder que alcanzó Constantinopla como sede del Imperio Otomano. Aqui vivieron los sultanes hasta mediados del siglo XIX, entre 1475 y 1855, los kioscos abiertos nos gustaron mucho, símbolo de su vida nómada, cada sultán iba añadiendo edificios. Hay 4 patios, sala de armas, cocinas, tesoro, harem etc.
Los azulejos de Iznik nos parecen preciosos
El baldaquin del sultán Ibrahim "colgado" sobre el cuerno de oro, con capitel de cobre dorado
Sin darnos cuenta es ya la hora de comer y vamos al restaurante del palacio, el Konyali, con vistas al mar de Mármara y al Bósforo, la comida está rica y hay terraza y sala cubierta, 2 sopas, 2 platos de pollo bastante grandes (compartimos) un plato de mezes (entrantes), bebidas (no hay alcohol) y cafés, 193 liras.
Seguimos visitando el palacio hasta casi las 5 de la tarde, hora de cierre y a esa hora nos vamos para la otra Estambul, la de los barrios sencillos con comercios tradicionales y pequeñas mezquitas
Pero antes atravesamos la gran plaza de Sultanahmet, se ha nublado, vemos lo que fue el hipódromo, fue el centro de la gran Constantinopla, quedan dos obeliscos y la columna Serpentina de Delfos, inaugurado en el 330 fue el más grande tras el Circo Máximo de Roma
Seguimos paseando por los barrios más allá de la mezquita Azul, Kadirga etc donde vive la gente y los comercios no venden souvenirs
Y llegamos a Sokollu Mehmet Pasa, no podemos verla por dentro porque está cerrada
Y más allá la Pequeña Sofía, antigua iglesia de San Sergio y San Baco, siglo VI, la Kukuc Ayiasofía de los turcos, muy bonita, con decoración otomana, entre el bullicio de Sultanahmet y el mar de Mármara, atarcediendo, las luces se encienden y un té nos espera en el sencillo bar de la mezquita
Cogemos un taxi hasta el hotel porque es cuesta arriba (6,30 liras) y tras la ducha cenamos en Omar, junto a la Cisterna Basilica, en un callecita que une Divan Yolu (la del tranvía) y Yerbatan y hay muchos restaurantes. 5 platos, entre ellos un kebab de cordero muy rico, bebidas y algun postre, 184 liras
La Efes que no falte
Jueves 26 de marzo
Otro día soleado y hoy un gran recorrido, desde Sultanahmet a Eyup, barrios a lo largo del Cuerno de Oro, pasando por Fatih y la maravillosa Chora, nos es imposible ver todas las mezquitas que querriamos ver y merecen visita, hay tantas! y a veces las distancias y el tiempo se imponen, si ves una no ves otra, hay que elegir y no elegimos mal.
Cogemos el tranvía 1 en Divan Yolu hasta Beyazit y vemos la Sehzade Camí, mezquita del Príncipe, siglo XVI.
El acueducto de Valens, en medio de todo, es del año 378, sirvió para llevar agua a los bizantinos y luego a los otomanos.
Llaman a la oración, nos espera Fatih
Fatih es un barrio de corte ortodoxo, más conservador y el contraste por ejemplo con Beyoglu o Sultanahmet es evidente. La mezquita es una de las más grandes, es espectacular y fue una de las que más nos gustaron, estuvimos un rato esperando a que terminara la oración y poder entrar a ver este maravilloso interior, viendo el ir y venir de la gente a su rezo, al sol casi del mediodía.
Mi intención era pasar por Fethiye Camí, pero llega la hora de comer e ibamos muy justos asi que vamos en taxi hasta San Salvador de Chora (Kariye Muzei) uno de los mejores exponentes de arte bizantino, destacan sus frescos y mosaicos, considerados de los mejor conservados del mundo, la nave central y el exterior estan en obras, aun asi se pueden ver muchos de los mosaicos y merece la pena venir hasta aqui.
Comemos en Asitane, al lado de Chora, cocina otomana, servicio impecable, todo muy rico, 6 platos, bebidas, 4 postres y cafés 291 liras, entre los postres una tortita con naranja confitada que estaba espectacular
Volvemos a coger un taxi, esta vez hasta Eyup, nos deja arriba en el café Pierre Loti, este barrio es uno de los más venerados del Islam, centro de peregrinación de musulmanes de todo el mundo, aquí está enterrado Eyup Ensari, portador del estandarte del profeta Mahoma.
Nos tomamos unos tés de manzana en el café (3 liras) con vistas al Cuerno de Oro.
Bajamos en el funicular (tambien se puede coger con la Istambulkart) y hay bastante ambiente en el barrio, es hora de rezo y hay mucho movimiento en la mezquita ya iluminada. También se puede bajar por la callecita empedrada que bordea el cementerio. La mezquita data de 1458 y aquí se realizaban las investiduras de los sultanes.
Cena en el hotel, en la terraza cubierta del Adamar, 174 liras 5 platos y bebidas
Viernes 27 de marzo
Tras el desayuno cogemos el T1 hasta la entrada del Gran Bazar, no hay demasiada gente y paseamos muy bien viendo las diferentes zonas; joyerías, bolsos, ropa, artesanía, las 3600 tiendas se distribuyen en sus 64 calles. Sus orígenes se remontan a Mehmet II cuando en 1455 construyó el antiguo bazar cerca de su palacio, alrededor se fueron instalando talleres formando los diferentes gremios, las calles fueron cubiertas y el mercado fue amurallado, las bóvedas se pintaron.
La zona entre el Gran Bazar y el Bazar de las Especias está muy animada, cambiamos a 2,82, el mejor cambio, en una de las puertas del Gran Bazar. Es una zona llena de caravastases y antiguos talleres, los "han" eran antiguas ventas donde se alojaba a los viajeros y el más grande y famoso es el Han Valide.
El Bazar de las Especias o Bazar Egipcio está en Eminonú, a escasa distancia del Puente Galata y junto a la Mezquita Nueva, es el sitio perfecto para comprar dulces, frutos secos y especias, tiene forma de L y 6 puertas, data del siglo XVII y el nombre proviene de cuando Estambul marcaba el final de la ruta de la Seda y aqui llegaban las especias de India y Sudeste Asiatico vía Egipto.
A la salida compramos castañas, Estambul huele a muchas cosas entre ellas este futo del que Turquía es gran productor, empieza a chispear y como están en oración y el viernes es complicado para ver mezquitas, decidimos cruzar por fin el puente Galata
Al llegar a Beyoglu diluvia y nos refugiamos en la entrada de un banco antes de ponernos a buscar la entrada del funicular Beyoglu-Tunel, son solo 5 minutos
El funicular Karakoy Beyoglu-Tunel es el transporte suburbano más antiguo del mundo tras el metro de Londres, fue inaugurado en 1875 (válida Istambulkart)
Cuando estamos ya en Istiklal Caddesi vuelve a llover asi que nos metemos rapidamente a comer en un sitio de comida internacional, grande, llamado Parole, risotto, pizza, pasta y hamburguesas, bebidas y cafés 173 liras.
Beyoglu ha sido tradicionalmente la zona de residencia de los extranjeros y sede de embajadas y consulados, hoteles de la época de esplendor, antes de que Ankara fuera la capital, como el Richmond o el Mármara Pera, galerías de arte y tiendas de antiguedades.
Recorremos Istiklal Caddesi hasta Taksim, peatonal, llena de edificios del siglo XIX y tiendas de ropa, el Estambul más europeo, esta zona da para más de una tarde, no tenemos tiempo para pasear por Cucurkuma o ver el Pera Palace, si entramos a muchos pasajes muy bonitos y animados y compramos algunos recuerdos.
Pasajes como el Hazzopulo, Çiçek (antiguo mercado de flores hoy lleno de restaurantes) o el Avrupa
Es muy chulo ver pasar el tranvía nostálgico entre Taksim y Tunel.
Llegamos a Taksim, una plaza enorme, su nombre significa "centro de distrinución de agua", se distribuía el agua del bosque de Belgrado, es el corazón del nuevo Estambul, lleno de restaurantes y hoteles de lujo.
La idea era ir a tomar algo en el café Konak pero además de nubladisimo, estaba atardeciendo y llegariamos de noche , asi que subimos a la cafetería del lujoso hotel Mármara, en Taksim, con unas vistas espectaculares, que sin nubes deben serlo aún más.
Cenamos en House of Medusa, en la misma Yerbatan, muy bonito y comida muy rica, pollo, brochetas, hojaldre relleno, 5 platos + 3 postres y bebidas 196 liras
El sábado 28, dia que empieza nublado, soleado a mediodía y chaparrón por la tarde, mezquitas, compras y tarde en Uskudar.
De estilo otomano clásico, la Yeni Camí, la mezquita nueva, mira al cuerno de Oro desde el fondo de la Plaza de Eminonú
Volvemos a pasar por el bazar de las Especias y llegamos a la famosa tienda de las camisetas, saliendo por el lado contrario a Eminonu, hay un edificio que hace esquina con Sabunku Han Cadesi que es la que sube al gran Bazar, en ese edificio esta el Bonkun Han hay un pasillo y una escalera a la derecha pues arriba esta la tienda, se llama Camollik Dikmen Giyim, el dueño es muy amable, es de precio fijo pero hacen descuento si se compra más cantidad, tienen camisetas, polos, cazadoras y vaqueros.
En esta zona entre el Bazar de las Especias y la mezquita de Rustem Pasa está el barrio de Tahtakale, animadisimo, el olor a café recién molido inunda el ambiente ya que aquí está Kukurcaveci Mehmet Efendi, el mejor torrefactor de la ciudad, se puede llevar o tomar, está en Thamis Cadesi.
Llegamos a Rustem Pasa, una mezquita preciosa, metida en medio de todo, rodeada de tiendas de todo tipo, rodeadla hasta dar con la entrada que no es convencional, una entradita con escaleras que hay que subir.
Rustem Pasa es impresionante, azulejos de Iznik, balcón de madera sobre la puerta
Parece que el cielo se está despejando y decidimos probar suerte con el atardecer desde Uskudar, en la parte asiática, así que bajamos hacia Eminonú para coger uno de los ferrys regulares de las compañías Turyol o Sahir Hatlari, se puede usar la Istambulkart.
Cielo azul y un radiante sol sobre el Bósforo hasta pisar Asia
Estamos en Uskudar, un barrio tranquilo y autentico en la parte asiatica, destacan las mezquitas de Semsi Pasa y Yeni Valide asi como el mercado de pescado. Un agradable paseo bordea la orilla del Bósforo, para poder pasear viendo el perfil del Estambul europeo.
Comemos en un sitio con vistas al canal, llamado Katibin, 5 platos y bebidas 87 liras, muy barato y el kebab de cordero con salsa de yogurt estaba buenísimo.
Nos vamos paseando hacia la zona donde están las alfombras para ver el atardecer y entramos a una cafetería a tomar café con tarta de queso, falta un rato aún para que se ponga el sol y por la orilla pasea mucha gente, turistas y familias de Estambul, parejas, grupos de amigos.
Parece que se va a ver un buen atardecer pero cuando salgo de la cafetería cámara en mano, unas nubes se interponen entre el perfil más famoso de Estambul y yo, aun asi ahi estoy, disfrutando del paisaje un buen rato, los colores son los que tantas veces había visto, los naranjas, amarillos y ocres reflejándose sobre el ya gris del Bósforo, un espectaculo, con la torre de Leandro de expectadora a 200 metros de la orilla desde el siglo XII.
Para regresar a Sirkeci cogemos el tren Marmaray, que circula bajo el Bósforo hasta el lado europeo, cómodo, rápido y moderno, se inauguró en 2013, la red de transporte de Estambul es fantástica.
Cuando llegamos a Sirkeci llueve mucho y la gente corre a coger el tranvía, tenemos que dejar pasar varios, incluso nos tenemos que separar, unos en uno y otros en el siguiente. Cenamos de nuevo en Enjoyer, estupendo, 180 liras y todo muy rico, estuvimos hablando con Antonio de que las réplicas de bolsos caros están muy bien hechas, con buenas calidades y que es imposible encontrar por debajo de 80 euros, de hecho los que vemos pasan de 100, nos dice que en Turquía hay buena piel y además la situación laboral ha mejorado y ahora se tienen seguros etc y eso encarece el producto.
Domingo 29 de marzo
Y llega el penultimo dia de nuestro viaje un domingo medio gris que nos deparara algunos de los lugares más bonitos de la ciudad. Cogemos el tranvía 1 hasta Cabatás, y ahi se puede coger el bus 25E o 22 hasta el encantador barrio de Ortakoy. Mercadillo dominical, ambiente de domingo y una patata gigante, el sitio bien merece coger tranvía y bus, es realmente bonito con su maravilloso emplazamiento junto al Bósforo.
Ortakoy es un barrio bohemio, situado en el distrito de Besiktas al lado del primer puente colgante del Bósforo, en la orilla europea. Ambiente colorido, muchos cafés y puestecillos donde compramos algunos recuerdos, mis padres se lleven su derviche de cristal hecho con restos de una copa
Y cuando traspasas las puertas de la mezquita del barrio y ves esto....
La maravillosa mezquita barroca del siglo XVIII, con sus colores pastel, emerge junto al mar como una verdadera joya.
Nos hubiera gustado quedarnos mas rato, el ambiente nos gusta pero nos queda alguna cosa importante por ver en la zona centro y algunas compras.
Comemos en Pasazade en Ibn-Kemal Cadesi 5, es el restaurante del hotel Erboy, buen servicio, comida otomana, en la calle paralela a la del Imbat. Pedimos 5 platos bebidas y 4 postres, 170 liras.
Y otro detalle con la niña, pedimos una tortilla para ella y le trajeron esto
Tras la comida nos vamos caminando hasta la mezquita de Suleymaniye, el penultimo lugar imperdible de esta ciudad llena de sitios que uno no deberia dejar de ver, si no en un primer viaje, en un segundo.
Construida en el siglo XVI por Mimar Sinan, el más famoso arquitecto otomano, una joya, majestuosa, con escuelas, haman, biblioteca, 4 minaretes y un patio porticado. La sala de oración es impresionante, con gran acústica y decoración de frescos y medallones de caligrafía árabe.
Nos apetecía cenar pescado pero ibamos muy justos para ir al barrio de pescadores de Kumpkapi, aunque desde algunos restaurantes como el Calamar, vienen a recoger a los hoteles, finalmente cenamos en la misma Yerbatan en un sitio llamado Fish House, boquerones, salmonetes, ensaladas y de postres helados y té de manzana, 165 liras. Y de fondo la canción tan presente en el viaje, en los desayunos del Adamar y en algunos restaurantes, To tango tis nefelis de la cantante griega, Haris Aleziou.
https://www.youtube.com/watch?v=a9dIWOYmtcQ
Lunes 30 de marzo
Última mañana de paseo y sorpresas y para sorpresa, para guinda, esa maravilla escondida bajo tierra, la Yerbatan sermici, la Cisterna Basilica, del siglo VI, una de tantas y la mejor, eran depósitos de agua para que la ciudad tuviera reservas en caso de ser atacada. Fue construida en tiempos de Justiniano para abastecer al Palacio Bizantino, Para llenarla se recurría al acueducto de Valente y al de Adriano, que recibían el agua de los bosques de Belgrado, a 20 km de Estambul.
Las fotos son muy oscuras y no hacen justicia a lo mágico del interior, pese a que había bastante gente viendola.
La cisterna tiene 336 columnas de 9 metros de altura, los estilos son variados ya que fueron reutilizadas. Dos de ellas tienen como base cabezas de Medusa. El precio son 20 liras y no entra en la Museum Pass.
Y fuera una Estambul que íbamos diciendo adiós, o hasta la próxima, una ciudad viva, alegre, colorida, hospitalaria y con un patrimonio que merece ser cuidado y mostrado al mundo
Un zumo de granada, últimas compras, visita a la mezquita de Divan Yolu, Firuz Aga camí, del siglo XV.y los tranvías que van y vienen, de Cabatás a Sultanahmet, de Sultanahmet a Eminonú....
Nos despedimos, el transfer del aeropuerto espera frente a la puerta del hotel, ya con el propósito de regresar y conocer Turquía, si esta es la puerta del país no dudamos que lo demás tiene que deparar sitios maravillosos, la Capadocia, la costa del Egeo.... volveremos a Estambul y a Turquía, no dudamos de que nos esperan muchos más colores, sabores y olores....
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